miércoles, 27 de mayo de 2015

Confía



El miedo, el miedo viene de lugares muy extraños, pero de donde mas suele venir es de la ignorancia, el desconocer, el ignorar algo, nos produce miedo, nos angustia, nos hace perder la razón.
 Hace años que nuestra especie viene sumando miles de miedos, pero los más grandes tienen que ver con nuestro cuerpo, miedo a la enfermedad, a intentar cambiar la maquina perfecta que es nuestro cuerpo. Tan perfecta que te permite pensar y mandar señales a tus manos y a cada uno de tus dedos, para que escriban palabras, que simultáneamente tu cerebro procesa, y busca la mas adecuada. Tan perfecto el cuerpo humano que se adapta, cambia, según estímulos externos, ya sean, físicos, climáticos, químicos e incluso afectivos, pero le hemos perdido la confianza y quienes mas las hemos perdido somos nosotras las mujeres.


 Mamíferas,  que no confiamos en este templo perfectamente alineado, preparado y creado para todas nuestras necesidades, cambiamos durante toda nuestra vida, pasamos por diferentes periodos, todo porque esta maravillosa maquina se adapta, para lo que vendrá, para lo que necesitamos afrontar o la etapa en que nos encontramos en nuestras vidas.  Lo mismo que ocurre en el momento de una gestación, nuestro cuerpo sabio se comunica entre si, se manda señales, para comenzar a cambiar, par comenzar a prepararse para este periodo tan mágico que solo nosotras, mujeres, portadoras de este miembro tan rico que es el útero, se prepara para gestar, para permitir que se cree la maravilla de la vida, que un conjunto de células indiferenciadas, pasen a ser un ser, un individuo como tu y como yo,  que algún día caminará, bailara, hablara. Ese ser se crea y gesta en ti, en tu cuerpo, y así como tan perfectamente cambia el cuerpo durante nueve meses, de llevar un ser en tu vientre, el cual se nutrió al 100% de ti, recibió tus cariños, tus estímulos, tus penas y tus alegrías, llegara a este mundo y eres tu junto a esa maquina perfecta quienes pueden traerlo, eres tu mujer la que esta creada para parir, como toda mamífera, porque tu cuerpo es infinitamente perfecto que es capaz de alimentar y traer al mundo a un ser vivo. Confía en ti, confía en tu cuerpo, confía en tus instinto, mujer mamífera, hija de la tierra.