Una caparazón es siempre la que me acompaña, muchas veces me vigila desde lejos y otras veces se me hace imposible desacerme de ella, como me pasa ahora o tal vez sea yo quien no quiere que se despegue de mi, porque no quiero que mi mente y mi corazón hagan contacto, por que quiero que estén lo mas separados, para que este músculo lleno de sangre no le recuerde a mi órgano repleto de neuronas que debe comenza a sentir y mas que sentir a dejar que todo lo que esta adentro salga, risas, penas, rabias, desilucion... Es que creo es mejor estar en aquel lugar llamado anhedonia, estar en un limbo de emociones, para poder seguir adelante con mis metas, tal caballo de carrera que se le corta el campo visual para solo llegar a su objetivo sin distracción ,creo ser uno de ellos, pero es aquí donde surge mi mayor duda, si mi cerebro no sabe lo que siente el corazón, como sabe que no debe sentir?
